El filtro de aceite es un componente esencial en el sistema de lubricación de los motores de combustión interna. Su función principal es eliminar las impurezas y partículas contaminantes del aceite, como residuos metálicos, polvo y subproductos de la combustión, asegurando así una lubricación eficiente y prolongando la vida útil del motor.
Tipos de filtros de aceite:

- Filtros de sellado: Estos filtros cuentan con una carcasa metálica y una válvula anti-drenaje que mantiene una reserva de aceite cuando el motor se apaga, evitando el vaciado completo del filtro y asegurando una lubricación inmediata al encender el motor.

2.Filtros de cartucho: Carecen de carcasa propia y se insertan en un alojamiento específico del motor. En este diseño, el motor realiza la función de la válvula anti-drenaje.
Importancia del mantenimiento y reemplazo del filtro de aceite:
Un filtro de aceite en buen estado es capaz de retener hasta el 97% de las partículas dañinas presentes en el lubricante. Si el filtro se obstruye o no se reemplaza adecuadamente, puede permitir el paso de contaminantes al motor, provocando desgaste prematuro, reducción en el rendimiento y posibles averías graves.
Intervalos recomendados para el cambio del filtro de aceite:
Aunque las recomendaciones pueden variar según el fabricante y el tipo de vehículo, generalmente se aconseja cambiar el filtro de aceite en cada servicio de mantenimiento o aproximadamente cada 10,000 kilómetros. Es fundamental consultar el manual del usuario del vehículo para seguir las indicaciones específicas del fabricante.
Consecuencias de no cambiar el filtro de aceite:
- Obstrucción del filtro: Un filtro saturado puede impedir el flujo adecuado de aceite, causando una lubricación deficiente y aumentando el riesgo de daños en el motor.
- Paso de impurezas: Un filtro en mal estado puede dejar pasar partículas contaminantes, acelerando el desgaste de las piezas móviles y reduciendo la eficiencia del motor.
- Aumento en el consumo de combustible: La falta de una lubricación adecuada puede generar mayor fricción entre las piezas, lo que se traduce en un mayor consumo de combustible.
Para garantizar el óptimo funcionamiento del motor y prolongar su vida útil, es esencial realizar un mantenimiento regular del sistema de lubricación, incluyendo el reemplazo oportuno del filtro de aceite.